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Las tortugas terrestres son casi todas herbívoras, pero hay algunas que comen tanto vegetales como carne...

 Una tortuga en cautiverio necesita recibir sobre todo verduras, como lechuga, tomates y zanahorias, y también aceptará flores, plantas, hojas, maíz y arroz.

Otra opción son las frutas, en especial maduras y dulces. Por ejemplo: uvas, frutillas, bananas, cerezas, manzanas y peras.

 Hay quienes recomiendan que dentro de la dieta se incluya también salvado, para favorecer la digestión, y que se limiten los alimentos grasos para no provocar obesidad. Se suele sugerir enriquecer la dieta con proteínas: lombrices, caracoles, carne picada, corazón e hígado.

El plato debe ser bajo, para que no tenga que esforzar su frágil cuello, y es importante darle el alimento en pedazos pequeños trozos, lo que le ayudará a tragar sin problemas. Es esencial que la comida sea fresca, y por lo tanto hay que eliminar los restos para no confundirse.

Durante la temporada de la hibernación las tortugas comen mucho menos. Puede ocurrir que no coman nada durante tres o cuatro semanas, y eso no es signo de enfermedad sino que de se encuentran listas para el reposo invernal.

Aunque las frutas y verduras proporcionan mucho líquido, igualmente necesitan tener siempre cerca un bebedero con agua fresca, limpia y no muy fría.

 
La dieta de la mayoría de tortugas acuáticas, al contrario que las terrestres, 
depende fundamentalmente de proteina animal.
La mayoría de las tortugas acuáticas o semi-acuáticas son predadores, y capturan
una gran variedad de peces, caracoles u otro tipo de animales de pequeño tamaño.
Esto les proporcionano solo proteina, sino también una cantidad equilibrada de
calcio, ya que los animales son ingeridos por completo, incluido los huesos.
En cautividad es importante no cometer el error común de darle las mejores
partes de la carne, sin los huesos que contienen calcio.

Algunos cuidadores prefieren aportar calcio de otra forma, pues es cierto que
huesos grandes pueden causar problemas a las tortugas.

La mayoría de las tortugas acuáticas son realmente omnívoras, y consumen no
solo carne sino también materia vegetal en estado salvaje. Este comportamiento
debe imitarse en cautividad.
En todos los casos, no es conveniente restringir la alimentación de las tortugas a
la comida seca que se vende normalmente en los establecimientos, porque suele
tener un aporte nutricional pobre, a parte de carecer de fibra, vitaminas y
minerales.

También debe evitarse una dieta exclusiva de pescado, pues contiene una enzima
llamada thiaminase, que interfiere en la retención de vitamina B.

Lo que hay que evitar principalmente en la alimentación de una tortuga acuática
en cautividad es centrarse únicamente en un tipo de alimento, error muy común,
ya que una dieta variada y equilibrada es lo más recomendable.

Otro aspecto importante es que el sexo del animal influye a veces en sus
preferencias alimenticias.
 

 
 

 

 
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